En los organismos diploides y
particularmente en los animales de importancia zootécnica, existe un par de
cromosomas con características particulares que permiten diferenciarlo en ambos
sexos, y al que se ha dado en denominar par de cromosomas sexuales, heterocromosomas
o idiocromosomas, para diferenciarlo de los cromosomas restantes, iguales
morfológicamente en machos y hembras, denominados autosomas. Prácticamente
desde el momento del redescrubrimiento de las leyes de la herencia en 1990, se
hacen consistentes las observaciones relacionadas con la asociación del sexo a
la presencia o no de cierto cromosoma; las primeras referencias pertenecen a
McClung, Wilson y Stevens, siendo estos dos últimos quienes establecieron una
verdadera teoría al respecto, por lo que se les conoce como pioneros en el
tema.
EL SEXO Y SU RELACIÓN CON CIERTOS
CARACTERES SOMÁTICOS
En diferentes animales de importancia zootécnica se ha registrado
la presencia de ciertos caracteres cuya expresión fenotípica guarda cierta
relación con el sexo del individuo portador, bien sea porque los genes
responsables de ellos estén localizados en el cromosoma X, en cuyo caso se
denominan caracteres ligados al sexo, o porque localizándose en un autónoma,
estén influenciados o limitados por sexo, como ocurre con los cuernos en los
ovinos o con la producción de leche en los bovinos.
CARACTERES
LIGADOS AL SEXO
Cuando los genes que determinan
ciertos caracteres se ubican en el cromosoma X, sin alelo conocido en el
cromosoma Y, se dice que esos caracteres están ligados al sexo. Regularmente el
cromosoma Y es de menor tamaño que el X, a pesar de ser su homólogo , lo cual
hace que en el sexo heterogamético, macho en mamíferos y hembra en gallinas,
surja la posibilidad de que un gene recesivo se exprese aunque de él no exista
más que una copia en el cromosoma X (o cromosoma Z en gallinas).
En gallinas se ha reconocido la existencia de un carácter ligado al sexo
que representa una buena alternativa en el sexage de los animales al
nacimiento, siempre y cuando se le use estratégicamente; se trata del patrón
barrado en la disposición del color del plumaje. El plumaje barrado es
determinado por el gene B, dominante y ligado al sexo, puesto que se ubica en
el cromosoma Z y no tiene alelo en W; la forma recesiva del gene, representada
por b, determina plumaje uniforme, por ejemplo de color negro. Cuando se aparea
un macho barrado homocigoto (BB) con una hembra del mismo fenotipo (Bo), toda
la descendencia será barrada; del mismo modo, cuando se aparea un macho negro
(bb) con una hembra de igual color (bo), tendrán una descendencia conformada
por animales negros. Las restantes cuatro opciones se ilustran en la figura 19,
en la cual se aprecia como cuando el sexo homogamético es a la vez homocigoto
para el gene dominante, en este caso para patrón barrado, aunque se le aparee
con hembras de color uniforme, tendrá una descendencia que exhibe en su
totalidad el fenotipo del padre.
Caracteres asociados al sexo
Por
tratarse de genes ubicados en uno cualquiera de los autosomas, se conoce a este
patrón de herencia como herencia autosómica asociada al sexo. En este caso el
gene que determina el carácter, tiene un comportamiento diferencial de acuerdo
con el sexo del individuo que lo porta, o sea, es influido en su comportamiento
por el sexo. Tradicionalmente, ha sido ilustrado este esquema, mediante el
carácter calvicie en los humanos, debido a que sólo cuando el heterocigoto es
varón, padece de este mal; sin embargo, han sido suficientemente documentados
varios ejemplos en los animales de granja, entre los que sobresalen: el color
del pelaje en los bovinos de raza Ayrshire, y el carácter cuernos en los
ovinos.
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